El reto: transformar un piso antiguo y compartimentado en un espacio luminoso, funcional y acogedor para una familia numerosa.

La solución: redistribución de los espacios priorizando la luz natural, la amplitud y el almacenamiento.

Espacio diurno diáfano y fluido que integra cocina, comedor y salón, preservando otros más privados como la zona de juegos para los niños.
Se diseñaron armarios a medida y soluciones de almacenaje integradas para aprovechar al máximo el espacio.

La iluminación artificial, cuidadosamente diseñada, complementa la luz natural y crea ambientes agradables y funcionales. Se optó por una paleta de colores neutros y cobrizos jugando con las texturas, incluso en las zonas húmedas.

El resultado: un hogar luminoso, moderno y espacioso que reúne a toda la familia en un ambiente cálido.